07 marzo 2018

El axel... O de por qué el patinaje requiere de más trabajo de lo que parece

Primero, un muy breve marco teórico: el axel es el tipo de salto más difícil de ejecutar. Nombrado así por su creador, el noruego Axel Paulsen, este salto consiste en un despegue desde un filo exterior hacia adelante, que es su principal diferencia de los demás saltos, una revolución y media en el aire (en el caso de un axel sencillo) y un aterrizaje en filo exterior hacia atrás del pie contrario al despegue. No entraré en más tecnicismos, mejor les compartiré un video:



Ahora sí, entremos de lleno al tema. Básicamente se podrían dividir a los patinadores en dos grandes grupos: los que tienen axel y los que no. Aunque es un salto complicado, y tengo la teoría de que esto se debe en una parte a la carga psicológica que tiene, con el suficiente trabajo se puede aprender. En mi largo (tal vez demasiado largo, pensará Paco) proceso de aprenderlo, puedo decir que he logrado caer alguno que otro, lo cual sería prueba de que, en realidad, no es tan difícil como nos han hecho creer. Sin embargo, en este mismo proceso, he preguntado a mucha gente acerca del tema. Recuerdo preguntarle a un patinador en el MIT llamado Curran Oi (un patinador senior que ha logrado un cuarto lugar en los Nacionales de EEUU), acerca de cuánto tiempo le había tomado aprender a hacer el axel... 2 años... Y estamos hablando de un patinador de alto rendimiento: alguien que empezó desde pequeño y básicamente se dedicó a eso por mucho tiempo. Mucha gente me ha dicho también que, aunque logren caerlo, el axel es un salto que viene y va. Entonces ¿cuál es la solución al problema del axel? Sencillo: una cantidad enorme de práctica.

He escuchado algunas historias de padres de familia que esperan que sus hijas sean las mejores patinadoras de México. Está padrísimo que las mamás quieran ver a sus hijitas deslizándose sobre el hielo, haciendo unos flying camels nivel 1000, y haciendo combinaciones de triples (siempre y cuando las hijas auténticamente quieran hacer todo eso, cosa que sospecho que en varios casos no se cumple esto), pero esperan que lo logren con 1 o 2 clases a la semana, algunas cuantas semanas libres por vacaciones, o saltándose algunas clases porque la niña tiene la fiesta de cumpleaños, o van a ir al cine, o sencillamente a la mamá le dio flojerita salir hoy. Y que quede claro que no satanizo a nadie por esto, simplemente digo que uno debe mantener sus expectativas de acuerdo a su esfuerzo. No voy a reclamarle a Paco que yo no tengo axel si en realidad practico muy poco.

Quisiera pensar que, si practico millones de veces un movimiento, el día de la competencia saldrá a la perfección. A la fecha no entiendo por qué éste no es el caso, en el patinaje no hay nada escrito, puedes tener un calentamiento espectacular y a la hora de la verdad patinar el peor programa de tu vida. Podrás enseñarle a tu cuerpo a hacer determinado movimiento, pero al parecer hay otros factores que determinan si un salto terminará con un hermoso filo exterior o un trasero sobre el hielo. Lo que sí es que, mientras más practicas, la probabilidad de que un programa termine mal disminuye. En lo personal no entiendo a esas personas que cambian 3 o más veces de programa a lo largo de un año, siendo que lo lógico es llegar a un Nacional con un programa trabajado durante varios meses, no con uno que tiene tan solo un par de meses... porque aún con un año de trabajo detrás, siempre puede salir algo mal.

Y hablando del Nacional, este año me quedé en casa. :(

Sí, fue triste, pero hay veces que sencillamente lo sensato es no competir, porque no tiene caso ir a esperar milagros si uno no ha hecho su tarea. La buena noticia es que está terminando un ciclo, comienza otro, y es hora de retomar todo el trabajo del año pasado y trabajar para todo lo que viene.