Así pasa a veces...

Empiezo a escribir hasta ahora porque, siendo honesta, finalmente se me pasó el enojo.

El fin de semana antepasado... el viernes para ser exactos (4 de abril), fuimos a la final del Interpistas, que se llevó a cabo en la pista de hielo de Lomas Verdes. Mi programa fue un desastre. A eso hay que agregarle el hecho de que el calentamiento empezaba a las 22:10 hrs. pero se retrazó todo aproximadamente 1 hora... terminamos saliéndo de la pista a las 12:30 am, y yo estaba muerta de cansancio, y las pocas energías que tenía eran para estar enojada conmigo. Y claro, no podía faltar el equipo de mantenimiento del Estado de México que tenía cerrado Periférico y nos mandó a dar la vuelta a quién sabe dónde. Puros corajes.

Como sea, estaba muy enojada. Por desgracia, el patinaje es así: nunca tienes nada asegurado. Y tal vez parte muy importante del deporte es aprender a levantarte después de una caída, ya sea en sentido literal o figurado. Fue un programa con dos camellos que no contaron (y, honestamente, si yo hubiera sido juez tampoco los hubiera tomado en cuenta), todos los saltos con deducciones en el grado de ejecución...  excepto el último salchow, que de milagro salió pero lo contaron limpiecito. Un puntaje casi igual de bajo que el que obtuve en el Nacional en el nivel Bronce (lo cual es muuuuucho decir tomando en cuenta que estaba en el nivel Plata, con un salto y un molinete más). Lo único que me dejó un buen sabor de boca fue que el Lutz contó como Lutz, con sus deducciones y todo, pero por lo menos no estaba la horrorosa "e" junto al puntaje base... y creo que ya me estoy poniendo demasiado técnica con este rollo. A otra cosa.

Ya estamos en semana santa. Llevo 2 semanas sin patinar por distintas razones. Ya pasó la fecha límite para inscribirse a la Copa Adultos y el Campeonato del DF, ambos a llevarse a cabo en la pista de Buenavista, no me inscribí a ninguna de las dos competencias... y no es que esté furiosa y ya quiera dejar de patinar, sino que ahorita es un momento complicado, por diversas razones. De entrada, necesito encontrar la forma de financiar mi gusto, que siendo honestos no es el hobby más barato que hay. Quise entrar de instructora, o de achichincle o de becaria, lo que fuera, a la pista de Santa Fe, pero no había lugar para mí. Pensé también entrar a dar clases o algo a Bosques, y nuevamente me topo con que no hay lugar, la pista está pasando por momentos difíciles. Finalmente traté con la opción de Buenavista... y de entrada me dijeron que ahí tampoco había lugar, aunque me dijeron que iban a ver si encontraban alguna opción... Y luego, aparte de esta situación, las condiciones de la pista Bosques están demasiado precarias, en Santa Fe es el mismo problema que mencioné antes, y llegamos al tema de Buenavista... La pista de Buenavista es buena, el asunto es que está lejos. Y al decir lejos, es LEJOS. La próxima semana tendrán un pequeño curso (lo llaman clínica) al cual me encantaría ir, pero empieza a las 8:45 am y eso se me complica mucho por el tema de mi niña. Empiezo a creer que en realidad el patinaje y la maternidad con niños pequeños sencillamente no se llevan, lo cual definitivamente me entristece, y es cuando uno empieza a hacer su lista mental de qué sí y qué no... y ya no voy a escribir más, primero tengo que sentarme a hablar con Paco de todo el asunto.

Noticias alegres: el equipo de patinaje sincronizado de México fue al mundial, y no quedó en último lugar... de hecho lo hicieron bien, aunque se nota lo joven que es la disciplina en México. Sin embargo, pude ver su programa corto, me emocioné y me sentí muy orgullosa del equipo, porque independientemente del resultado, lo hicieron bien, y sé todo el trabajo que hay detrás de su actuación. ¡BRAVO MERGING EDGE!

El programa libre del equipo mexicano.