Llegó el día... con un pronóstico de lluvia inminente, NE (Nueva Inglaterra, o New England) nos recibió en Killian Court, el célebre jardín frente al domo del MIT, con un sol insoportable, un calor de miedo, y ni una triste sombra que nos acogiera... esa bronceada -que más bien parece asada al carbón- fue el precio que, encantada de la vida, pagué por ver a José Antonio caminar hacia el podio para recibir su título de maestría.
Termina este ciclo de nuestras vidas, ahora a empacar nuestra ropa, vender el resto de nuestros muebles y demás cosas, y subirnos a un avión que nos lleve, vía JFK (gran error, pero hasta hoy me doy cuenta), a la Ciudad de México.
Y ahora, la foto que todos hemos esperado ver:
¡No lo pude haber hecho sin ti!
ResponderBorrarFelicidades a los dos!!! mucho exito en esta nueva etapa de su vida!
ResponderBorrarElvira
Muchísisimas Felicidades!!! Les irá super bien porque se lo merecen, son dos personitas muy luchonas y grandiosas. En buena hora y sigan cosechando tantos éxitos. Que bueno que están disfrutando todos y cada una de las etapas de su vida. Mucha suerte.
ResponderBorrarLISS
Me encanta la foto. Me encanta y me fascina. ¡Mil felicidades al querido Maestro Correa!
ResponderBorrarMil felicidades a la familia por este primer éxito en conjunto.
Abrazos a los dos.
Todo mi cariño
Esteban Manteca