08 junio 2010

Y yo que pensé que ya había visto de todo...

El viernes pasado (o mejor dicho sábado) me desperté a algo así como las 3:30am: cayó una tormenta eléctrica. Las únicas veces que recuerdo tormentas eléctricas tan fuertes como para poner nervioso a más de uno, son las que he escuchado desde el sillón de la sala en la casa de Cocoyoc de mi abuela. Pero la tormenta eléctrica del sábado... y entonces pensé que ya había visto todo del clima de Boston.

Evidentemente, ese día estuvo soleado, muy caluroso, y salvo por unas 17 gotitas (literalmente) de lluvia, el día estuvo esplendoroso. Bueno, para mi gusto caluroso, pero por la noche refrescó la temperatura y dejó el clima perfecto... por lo menos, después de la desmañanada con tanto trueno, ¡¡era lo justo!!

El domingo, el clima pintaba para estar aún mejor. Fuimos al aeropuerto a despedir a toda mi familia política que vino a la graduación de José Antonio. Todo salió sin contratiempos. Todo iba perfecto hasta algún punto por ahí de las 2 de la tarde, justo cuando la temperatura alcanzó el punto ideal: se soltó una tormenta, que a mis inexperimentados ojos parecía más como un huracán leve, temblaban los vidrios de las ventanas en nuestro departamento, se disparó la alarma de emergencia del edificio. se volaron los baños portátiles de la construcción de junto... obviamente duró no más de 15 minutos (es Nueva Inglaterra, ¿acaso se podría esperar otra cosa?).

Después del "breve huracán", llegó la hora del postre, y fuimos a mi lugar favorito para ese propósito: Dunkin Donuts (Doughnuts, debo aprovechar esta oportunidad única en la vida para demostrar que, de hecho, sí aprendí a escribir "donas" en Inglés de la forma correcta). Aquí debo hacer una aclaración al respecto: de ninguna forma soy fan de las donas, pero es que en el Dunkin Donuts de la esquina también venden helados Baskin Robins (Ahhhhh, es la primera vez que tengo tiendita de la esquina, y fue de las mejores experiencias), y si soy fan de algo, es del helado... el hielo me hace feliz, para deslizarme sobre él con mis patines o para comerlo en forma batida con algún(os) otro(s) ingrediente(s), preferentemente menta y chocolate... Bueno, regresando al tema: salimos por el postre y a dar un paseo a la orilla del río Charles. Después de caminar un rato, vimos una nube negra que se acercaba peligrosamente a nosotros, por lo que decidimos regresar a casa antes de que cayera un aguacero como el de una hora antes. La nube avanzo, mucho más rápido que nosotros, y cuando ya nos acercábamos a nuestra calle, se soltó otra vez el aguacero, de ingual intensidad pero afortunadamente menos viento. Finalmente llegamos a nuestro edificio, corriendo y aun así empapados. Fue divertido. :)

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