14 octubre 2018

Uno no sabe lo que tiene...

Y es que a veces estoy tan ciega...

Hace ya más de un mes que me esguincé el tobillo. Resultó ser un esguince grado 2 que me sacó por 2 semanas del hielo, y que aún me causa molestias con cualquier movimiento en falso. 2 semanas que me dediqué a suspirar y extrañar el hielo, pero sobre todo pensar en los últimos 12 años que llevo en esto. Me di cuenta de algunas cosas:

- Sí, es una adicción, y hasta parece que causa síndrome de abstinencia. Es totalmente superable, pero no deja de sentirse feo.

- No me he esforzado suficiente. Ya sea por flojera, por comodidad, o simplemente porque la cabeza nos juega sucio de tantas maneras (incluir aquí algunos miedos)... pero el hecho es que no he dado mi todo... y lo peor es que ni siquiera estaba consciente de ello.

- No he aprovechado las oportunidades. Tengo muchas horas de hielo esperando ser usadas... y la verdad es que hay mucho trabajo que hacer. No es fácil, teniendo niños y casa no puedes desaparecerte así nada más, pero solamente se trata de organización del tiempo... y sacudirse la flojera.

- Es más fácil hacer las cosas bien. Este punto en particular me di cuenta desde antes de lastimarme, pero fue hasta ahora que lo medité de verdad: es más fácil patinar bien que patinar mal. Aquí entra un factor técnico importante: aunque aparentemente no tiene mucho sentido, si haces los movimientos como se deben, los cruzados como se debe, el stroking como se debe, avanzas más distancia, con más velocidad, te da más tiempo para cosas como entradas de molinetes o saltos, te puedes tomar tu tiempo para las secuencias de pasos... bien dice el dicho: el flojo y el mezquino andan dos veces el camino. Y esto no es sólo para el patinaje, es para toda la vida.

- Siempre hay algo que trabajar/mejorar. No puedo saltar, dediqué una clase completa a los componentes de mi programa... y fue de lo más provechoso, y hasta podría decir que divertido! (Claro que creo que todas las clases con Paco son de lo más divertido que hay... no por nada llevo 8 años con él).

- Disfruta cada momento. Y esto aplica para absolutamente todo: no sabes en qué momento las cosas terminan. La mayoría de las veces pensamos que lo que tenemos siempre estará ahí: salud, familia, amigos, hobbies, cosas materiales... y sonará a cliché, pero en serio no sabemos hasta cuándo.

Por lo pronto, me toca disfrutar el hecho de volver al hielo, aunque no sea al 100%, pero sea como sea, es más que nada.

Ahora, un video! Éste es el programa largo de Aljona Savchenko y Bruno Massot, ganadores de la medalla olímpica de oro en PyeongChang 2018. Además de que es un programa espectacular, lo más inspirador es el hecho de que ella tenía 34 años de edad cuando ganó en los pasados Juegos Olímpicos de invierno.



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