Yo creo en México...
... por toda su gente, cálida y amable, que hace de cualquien rincón un hogar para el visitante,
... por toda su riqueza natural, por sus paisajes, sus desiertos y selvas, por toda su biodiversidad,
... por todos los que trabajan duro y honestamente, y que así logran sacar adelante a sus familias,
... por su espíritu de solidaridad, porque México siempre está ahí para ayudar,
... por su espíritu fiestero, por su creatividad y su buen humor, por todos los chistes que tratan de alivianar el ambiente,
... por toda su riqueza cultural y toda su historia,
... por su colorido, por todos sus hermosos trajes típicos y sus deliciosas comidas, por toda su variedad, su diversidad de gente, por todas sus lenguas y tradiciones,
... por sus playas, por sus montañas, porque tiene de todo, para todos los gustos y ocasiones,
... por la Virgencita de Guadalupe, y todos los Santos, a los que se les reza fervientemente cada día,
... por sus fuerzas armadas, que aún piensan en dar la vida por nuestro país,
... por sus empresarios, que invierten en México, generan empleo y riqueza de una forma honesta,
... por los mexicanos, que tenemos fe en México y que queremos hacerlo un país mejor.
El problema es que yo no reconozco a este país...
... con delincuentes tan violentos, que han perdido toda conciencia y para quienes la vida humana no vale nada,
... con autoridades que permiten cualquier tipo de delito, y que no hacen nada al respecto, como los que permiten que se construya en áreas protegidas como las barrancas o parques o zonas ecológicas, o que permiten que se eliminen las banquetas para que el edificio tenga 2 metros más de jardín (es que los peatones no pagan mordida para poder caminar),
... con empresarios a los que sólo les importa el dinero, y quienes desechan a sus trabajadores como si nada,
... con su "clase alta" que sólo lo es económicamente, porque es maleducada, prepotente, egoísta, y que no le genera nada (o al menos nada bueno) al país,
... con autoridades corruptas, y ciudadanos corruptos, porque para la corrupción hacen falta dos partes,
... con personas que se quejan de que no se hacen cumplir las leyes, pero son los primeros en romperlas, como los que fuman donde está prohibido, van a antros abiertos después de la hora permitida, manejan en estado de ebriedad, consumen sustancias prohibidas (a ellos les podemos agradecer en parte la fuerza del narco en nuestro país),
... con automovilistas bastante incivilizados, que tiran basura en las calles, se pasan los altos, no respetan los cruces peatonales (y mucho menos respetan a los peatones), se estacionan donde está prohibido, se dan vuelta donde no deben (y encima de todo, le echan la culpa al Metrobús de los accidentes), se meten en sentido contrario para ahorrarse una vuelta (como si ellos tuvieran que caminar la vuelta "extra" jalando el coche o algo así), que no respetan los lugares reservados a minusválidos (siempre he pensado que, el que hace eso, es porque es minusválido cerebral), o se estacionan para ocupar dos lugares en lugar de uno (no vaya a ser que algún incivilizado como ellos se estacione junto),
... con sindicatos que, lejos de proteger a los trabajadores, se dedican a robarles, a robarle a los empleadores, y a mantener al país hundido en la ignorancia e ineficiencia,
... con gente que busca la forma fácil de hacer las cosas, y no la correcta, como el que se mete en la fila, o la mamá que exige que su hija apruebe el examen que no es capaz de pasar por ella misma, o que obtiene un buen empleo (o un buen negocio) gracias a palancas, o los famosos aviadores...
Este no es mi México, no puedo (y no quiero) reconocer a este país tan desafortunado.
¡¡Viva México, sea donde sea que esté!!
Nota: Afortunadamente, todas esas cosas malas son ejemplos, no todas las autoridades son corruptas, no todos los automovilistas son unos animales, no toda la gente de la clase alta es naca, ni todos los empresarios son unos desgraciados... afortunadamente aún hay gente valiosa, en todos los estratos, en todas las profesiones y todos los empleos, en iniciativa privada y en gobierno.
Mi estimada Carla, ya se te extrañaba por estos lados del ciberespacio. Nuevamente me gustó tu publicación, atinada y con un efecto contrastante entre lo esperanzador y la brutalidad de nuestra realidad como país, a pesar de todo habemos quienes creemos que todavía no es demasiado tarde para recomponer las cosas y que tenemos que poner todos de nuestra parte para lograr la nación que queremos, ni siquiera demanda tanto esfuerzo, solo es aplicar el sentido común y la conciencia social traducida en respeto hacia los demás. Saluditos
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